El Royal Excelsior Virton es un club de la provincia de Luxemburgo, al sureste de Bélgica, en la región valona. El próximo año cumplirá 100 de existencia y probablemente el actual sea uno de los momentos más complicados de su historia. En su vuelta a la Proximus League (1B), la segunda máxima categoría del fútbol belga y la única, junto a la Jupiler Pro League (1A), de carácter profesional, el RE Virton no tiene, cuando se escriben estas líneas, jugadores disponibles. El 15 de agosto se mide al Westerlo en el estreno de la nueva temporada en 1B. ¿Por qué se ha llegado a esta situación?
Nos tenemos que remontar a abril de 2020, con el club, propiedad desde 2018 de Flavio Becca, un magnate inmobiliario, en la división de plata. Debido a problemas financieros que arrastraba de años anteriores, el conjunto de Valonia descendió administrativamente a la cuarta división por no ceñirse a las exigencias del Comité de Licencias para jugar en el fútbol profesional. El RE Virton apeló la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (BAS), pero no tuvo suerte.
» El club ha vivido más allá de sus posibilidades»
Thomas Meunier, ex jugador del Royal Excelsior Virton entre 2009 y 2011
Las consecuencias fueron devastadoras. El club estuvo al borde la quiebra y se vio inmerso en la nueva temporada sin entrenador ni futbolistas, que buscaron una salida de Virton ante la situación extrema de la entidad. Por lo tanto, nadie se presentó para disputar los primeros partidos de liga y las primeras rondas de la Croky Cup, la copa del Bélgica. Sin embargo, debido a la alta incidencia, a principios de noviembre de 2020 se decidió suspender el fútbol amateur en el país, medida que a la postre sería definitiva e irrevocable en el mes de enero.
Thomas Meunier, que pasó por la disciplina del club entre 2009 y 2011, aseguró que el de bancarrota «es un cartel que lleva colgado en el club desde hace tiempo». El carrilero belga explicó además que en estos dos últimos años, «la situación ha empeorado» y que la entidad «ha vivido más allá de sus posibilidades».
Pero paralelamente a eso, irán llegando las buenas noticias para el club: el 21 de noviembre, la Autoridad de Competencia de Bélgica (BMA) falla a favor del RE Virton y demuestra que la entidad tenía viabilidad para jugar en 1B y que fue privada injustamente de la licencia profesional, que sí acabó obteniendo el pasado mes de abril.
Aún así, queda mucho trabajo por hacer en Virton y los pasos que se están dando no están siendo especialmente rápidos, pero sí sirven para avanzar. Por ejemplo, el pasado miércoles se presentaron a dos nuevas caras: Christophe Grégoire, ex jugador profesional belga, como nuevo entrenador, y Tom Van Den Abeele, como nuevo director deportivo. Grégoire sabe muy bien dónde se mete y reconoce que la preparación para el inicio de liga no será fácil: «De hecho será muy complicado. Nos llevará un tiempo ser competitivos». Y es que en el club no se ha visto a nadie entrenar desde marzo de 2020.
Además de las categorías inferiores, el belga sólo cuenta con dos futbolistas de la primera plantilla. Ambos tienen 20 años. La solución pasa por, además de contratar a jugadores libres, buscar asociarse con un club europeo que les preste jugadores, algo muy habitual en Bélgica. Y precisamente esto se va a producir, pues el RE Virton confirmó hace una semana lo siguiente: «Un socio de la élite del fútbol europeo nos acompañará para llevar a nuestro club a un nivel aún más eficiente y profesional, tanto para el primer equipo como para la academia. Nuestro proyecto, con este socio, es hacer de nuestro club una plataforma para el desarrollo de nuevos talentos». Sobre cuál será este equipo, el elenco belga guarda silencio, de momento.
Sea como fuere, el RE Virton ha asegurado que el 15 de agosto habrá once jugadores sobre el césped del Yvan Georges, su estadio, para medirse al Westerlo. Lo que también parece seguro es que las primeras jornadas serán consideradas parte de una pretemporada que todavía no ha arrancando en Virton.
El Balón Belga 
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