El RWDM, el otro de Bruselas

Bruselas, capital de Bélgica y sede de la Unión Europea, se destapa también como una ciudad con una enorme tradición futbolística. Históricamente ha sido el Anderlecht el club que ha acaparado todas las miradas y todos los éxitos. Con más de 60 títulos en sus vitrinas —cinco de ellos, europeos—, el conjunto malva es el más laureado no sólo de la capital sino de todo el país.

Sin embargo, en la presente temporada está viendo cómo uno de sus vecinos, el también histórico y exitoso en antaño —su último gran título data del año 1935— Union Saint-Gilloise, le está arrebatando todo el protagonismo. Y no es para menos, pues siendo recién ascendido y tras 48 años alejado de la élite, el elenco de Saint-Gilles, líder incontestable de la Jupiler Pro League, está escribiendo una de las historias más espectaculares del fútbol europeo.

Pero tras malvas y unionistas, encontramos, en un escalón por debajo, al Racing White Daring Molenbeek (RWDM), el otro de Bruselas. Un club fundado a finales del siglo XIX, asentado en el municipio de Molenbeek-Saint-Jean y cuya historia es un auténtica odisea marcada por un sinfín de fusiones, bancarrotas y cambios de nomenclatura. Circunstancias que, sin embargo, no han conseguido enterrar a una entidad que siempre ha resurgido gracias al apoyo de los más fieles.

En 2020, el RWDM ascendió a segunda división, categoría que ya es considerada como ‘profesional’ en Bélgica. Eso sí, subió administrativamente aprovechándose de su buena salud y estabilidad financieras de las que gozaba. Porque en lo deportivo, ‘les coalisés’ (los aliados) habían cerrado la temporada 2019/20 en la sexta posición.

¿Y por qué? Porque tres equipos de segunda (Lokeren, Roselaere y Excelsior Virton) no obtuvieron su licencia profesional para la campaña 2020/21. Debido a la pandemia de la COVID-19, el fútbol paró en Bélgica y se tuvo que discutir el formato de las ligas profesionales. En segunda, se mantuvo el número de equipos (ocho) y, por lo tanto, se tenía que ocupar tres vacantes.

El Deinze, líder de tercera, ascendió. El Thes Sport, que fue segundo, no cumplió con los requisitos mínimos para el fútbol profesional y una de las dos plazas restantes fue ocupada por el RFC Seraing (3°). Heist (4°) y Patro Eisden (5°) tampoco se ciñeron a las exigencias de la élite y el turno le tocó al RWDM, que sin problema alguno obtuvo la vacante restante.

En su vuelta al fútbol profesional, los de Molenbeek consiguieron no pasar excesivos apuros y cerraron la pasada campaña en la sexta plaza, muy por encima de Lierse y del filial del Brujas. Sin embargo, miraron con recelo cómo sus vecinos de Saint-Gilles —su máximo rival— certificaron el ascenso en un derbi disputado en el Joseph Marien, feudo del Union.

En la presente temporada, y en su afán de lograr estabilidad en el profesionalismo, el objetivo volvía a ser la permanencia. En las quinielas, nadie ponía al RWDM como candidato al ascenso. El equipo no cuajó un buen inicio de liga y parecía que los pronósticos se cumplirían. No obstante, en enero llega el norteamericano John Textor para convertirse en el nuevo máximo accionista del club y llenar sus arcas.

Textor es uno de los propietarios del Crystal Palace, de la Premier League, aunque también lo es del Botafogo brasileño. Thierry Dailly, presidente de la entidad bruselense y uno de los responsables del renacimiento del club, ya había expresado la necesidad de un refuerzo financiero (en la segunda belga, por cierto, sólo uno de los ocho equipos que la conforman no está en manos extranjeras). Esta adquisición coincide además con un buen tramo de resultados deportivos para el RWDM, que se refuerza en invierno con hasta seis futbolistas. Entre ellos, el mítico Igor De Camargo (que vuelve al club que le dio a conocer) o el tercero de los hermanos Hazard: Kylian.

A falta de cuatro jornadas para que finalice la temporada en la Proximus League, ‘les coalisés’ son los segundos clasificados. Una plaza que les permitiría jugar el play-off de ascenso ante el penúltimo de la Jupiler Pro League. El Waasland-Beveren (tercero) se encuentra a cinco puntos, mientras que el Westerlo (líder) les saca siete. Los dos últimos partidos que disputará el RWDM en la fase regular son, precisamente, ante los dos citados equipos. Un final de temporada que se presume tenso y vibrante y que medirá las aspiraciones de ese otro equipo de Bruselas que espera acompañar a sus vecinos capitalinos en la élite del fútbol belga.

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